Las iglesias evangélicas y protestantes en Chile representan más del 49% de identidad para la ciudadanía
Cada 31 de octubre, Chile se detiene a celebrar algo más que un feriado: se celebra la fe, la historia y el legado del pueblo evangélico y protestante.
El llamado Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes es una fecha cargada de significado espiritual, histórico y social.
En este artículo exploraremos por qué se estableció este feriado, cómo ha evolucionado la fe evangélica en nuestro país, y qué representa hoy para comunidades como la Iglesia Misión Evangélica Nacional (MEN), una organización con profundas raíces en la historia cristiana chilena.
El origen de la conmemoración
Para entender el sentido del 31 de octubre, debemos remontarnos al siglo XVI, al corazón de la Reforma Protestante.
En el año 1517, el monje alemán Martín Lutero clavó sus famosas 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg, cuestionando la autoridad eclesiástica de su tiempo y proponiendo un retorno a los fundamentos bíblicos del cristianismo.
Este acto fue mucho más que una protesta religiosa: fue una revolución espiritual que transformó Europa y, con el tiempo, influenció el mundo entero.
Su mensaje era claro y poderoso:
“La salvación es por gracia, mediante la fe en Cristo, y la Biblia es la única autoridad suprema.”
Desde entonces, millones de creyentes se han identificado con ese legado reformador, dando forma a lo que hoy conocemos como las iglesias protestantes y evangélicas.
La llegada de la Misión Evangélica Nacional a Chile
El movimiento evangélico llegó a Chile a mediados del siglo XIX, impulsado por misioneros europeos y norteamericanos que buscaban compartir el mensaje de la Biblia en libertad.
Pero fue durante el siglo XX cuando tomó verdadera fuerza, especialmente en los sectores populares y rurales del país.
La Misión Evangélica Nacional (MEN) nació el 18 de septiembre de 1932 en Rancagua, cuando un grupo de líderes de diversas Iglesias Libres decidió unirse para fortalecer la obra evangélica en Chile bajo una identidad común. Participaron congregaciones como El Buen Samaritano, De Cristo, Evangélica Nacional, Del Señor, Wesleyana, El Espíritu Santo y Unión Cristiana de Rancagua, representadas por pastores como Luis Villarroel, Juan Araya, Arturo Peralta, Zoilo Contreras, Carlos Morán y Luis Álvarez, entre otros. Ese mismo año se eligió el primer directorio encabezado por Juan Araya como presidente y Zoilo Contreras como vicepresidente. En 1936, la MEN obtuvo su Personalidad Jurídica mediante el Decreto Supremo N.º 985 firmado por el presidente Arturo Alessandri Palma, consolidando oficialmente su labor. A lo largo de las décadas siguientes, pastores como Luis Álvarez C., Arturo Pérez, Juan Francisco Mardones, Froilán Araya, Ismael Núñez, Humberto Córdova y Víctor Gaete contribuyeron a expandir la misión, integrando iglesias en Santiago, Valparaíso, Chillán, Melipilla, Talagante y Lago Ranco, entre otras. En 1982, la MEN celebró sus 50 años de historia con una gran conmemoración nacional, reafirmando su compromiso de unidad y servicio cristiano en todo Chile.
La Ley N.º 20.299: el reconocimiento del Estado chileno
El reconocimiento oficial del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes llegó en 2008, cuando el Congreso aprobó la Ley N.º 20.299.
Esta ley establece que el 31 de octubre sea feriado nacional para conmemorar el aporte espiritual, social y cultural de las iglesias evangélicas al país.
El texto legal fue un paso histórico en la afirmación de la libertad religiosa y el pluralismo espiritual en Chile.
Por primera vez, el Estado reconocía oficialmente el papel que las iglesias evangélicas han tenido en la construcción de valores como la solidaridad, la educación y la justicia social.
La ley también representa un gesto de equidad: así como el 25 de diciembre celebra la Navidad cristiana, el 31 de octubre honra la herencia de la Reforma Protestante y su influencia en nuestra identidad nacional.
¿Por qué el 31 de octubre es feriado?
La elección de la fecha no es casual.
El 31 de octubre conmemora el día en que Martín Lutero dio inicio a la Reforma Protestante en 1517, un hecho que marcó un antes y un después en la historia del cristianismo.
Para los evangélicos chilenos, este día simboliza:
- La libertad de conciencia y de fe, principios esenciales del protestantismo.
- El acceso a la Biblia, traducida y entregada al pueblo común, sin intermediarios.
- La centralidad de Cristo como único mediador entre Dios y el hombre.
Por eso, más que un simple feriado, el 31 de octubre es un día de reflexión, adoración y acción de gracias por el legado de fe que ha dado forma a miles de vidas y comunidades en Chile.
El significado del Día Nacional para la Iglesia MEN
Para la Iglesia Misión Evangélica Nacional (MEN), esta fecha tiene un profundo valor espiritual y comunitario.
Más que recordar un hecho histórico, la MEN lo vive como una oportunidad para renovar su compromiso con Dios, con la comunidad y con la nación.
Identidad: parte de un pueblo de fe
La Iglesia MEN se reconoce como parte de un cuerpo amplio de creyentes que, desde distintas denominaciones, proclaman a Jesucristo como Señor y Salvador.
Celebrar este día es reafirmar su identidad dentro del pueblo evangélico chileno.
Misión: llevar el mensaje de Cristo
Siguiendo su lema de “Ser luz en todo lugar”, la iglesia MEN recuerda en esta jornada que su llamado principal es anunciar el Evangelio, discipular y servir al prójimo con amor y humildad. Cada congregación —desde las ciudades grandes hasta los pueblos más apartados— son un faro de fe viva.
Compromiso comunitario: fe en acción
La iglesia MEN entiende que la fe no se trata solo de palabras, sino de acciones concretas de amor y servicio. Por eso, muchas de sus congregaciones organizan en esta fecha actividades solidarias:
- visitas a hospitales y hogares,
- campañas de apoyo social,
- jornadas de oración y reflexión,
- encuentros interiglesias para celebrar en unidad.
Un feriado que une historia, fe y comunidad
El 31 de octubre es hoy un día de celebración para más de 3 millones de evangélicos en Chile, pero también una oportunidad para el diálogo y la comprensión entre distintas confesiones cristianas.
Este feriado trasciende las fronteras denominacionales: invita a todos los chilenos a reconocer el valor de la fe vivida en comunidad, del trabajo social desinteresado y del servicio al prójimo.
En un país que ha visto crecer la participación de las iglesias evangélicas en ámbitos como la educación, la cultura y la ayuda humanitaria, este día representa también un reconocimiento al aporte de la fe al bien común.
La fe que sigue transformando Chile
A lo largo de los años, las iglesias evangélicas han tenido un papel clave en momentos históricos de Chile: desde el acompañamiento espiritual en tiempos de crisis, hasta la promoción de valores familiares y comunitarios en medio de los desafíos modernos.
Hoy, en una sociedad marcada por la tecnología y el individualismo, el mensaje evangélico sigue vigente:
Las congregaciones de la iglesia MEN, con presencia en diversas regiones, se han transformado en espacios de contención, esperanza y transformación espiritual. Allí donde el Estado no siempre llega, las iglesias evangélicas están presentes: acompañando, sirviendo, educando y levantando familias.
¿Cómo se celebran las iglesias evangélicas y protestantes en Chile el 31 de octubre?
Las celebraciones varían según la región y la denominación, pero todas comparten un mismo espíritu: gratitud y compromiso.
Algunas congregaciones realizan cultos especiales, otras organizan marchas por Jesús o conciertos de adoración.
En la igleisa MEN, las actividades suelen incluir:
- Servicios de alabanza y predicación sobre la Reforma Protestante.
- Testimonios de fe y conversiones.
- Acciones comunitarias, como entrega de alimentos o visitas a hospitales.
- Reuniones familiares y jornadas de oración por Chile.
Más allá de la forma, el corazón de la celebración está en recordar el poder transformador del Evangelio y en renovar la fe en Cristo.

“Vosotros sois la luz del mundo” – Un llamado vigente
Cada año, la MEN retoma el pasaje de Mateo 5:14 como guía para esta conmemoración:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.”
Este versículo resume la esencia de lo que significa ser iglesia: ser luz en medio de la oscuridad, esperanza en medio de la crisis y amor en medio de la indiferencia. Por eso, más allá del feriado, el 31 de octubre es un recordatorio de misión. Una invitación a cada creyente para vivir una fe activa, compasiva y transformadora, reflejando el amor de Cristo en cada ámbito de la vida.
Un legado que perdura
El impacto del movimiento evangélico y protestante en Chile no se limita al ámbito espiritual. Ha influido en la música, la educación, la política social y la cultura popular. Canciones, himnos y expresiones de adoración que nacieron en pequeños templos hoy son parte del patrimonio sonoro del país. Además, la educación bíblica y la formación ética que promueven las iglesias han contribuido al desarrollo de una ciudadanía más participativa y consciente de su rol en la sociedad.
Invitación final: celebremos con gratitud
En este 31 de octubre, la Iglesia Misión Evangélica Nacional (MEN) invita a todos sus miembros, simpatizantes y a la comunidad cristiana en general a celebrar con gratitud. Participa de las actividades en tu congregación local, comparte con tu familia y vecinos, y recuerda que cada día es una oportunidad para ser luz del mundo.
✨ “La Reforma no terminó en 1517. Sigue viva en cada corazón que decide vivir por fe, servir con amor y proclamar a Cristo.”



